Sigo vivo
Sigo vivo, y al leerme en mi anterior post veo lo mal que estaba hace pocos días. Mi situación no ha cambiado, pero supongo que despues de tantas tempestades y salir vivo de ellas me voy haciendo más fuerte cada vez.
Acaricio la tristeza dulcemente con mi alma, como algunos ancianos cansados de vivir acarician la muerte. Soy capaz de enfrentarme a mi tristeza y ponerle barreras, límites, acotarla. Y si alguna vez se me desborda esa tristeza tengo piernas fuertes para escapar de ella y volver a ponerle barreras, limites y acotarla. Ahora soy pacaz de mirar cara a cara a mi tristeza y contraatacarla con cosas que ella no se espera. Me estoy convirtiendo en un auténtico escapista de la tristeza.