Nada

Sucedió derepente una cosa extraña, extrañísima, sucedió que donde antes había algo, dejó de haberlo, donde antes podía sentirse algo dejó de sentirse, una Nada crecía...

Si preguntaran a alguien qué quedó despues del paso de la Nada por un lago, éste nunca podría decir que quedó un lago vacío, porque eso sería algo. Lo que quedó era la ausencia de cualquier cosa, era la Nada.

Y esa Nada crecía... se lo trabaga todo, a cada segundo transcurrido algo era engullido, anulado, borrado de la lista de cosas existentes. Todo hacía indicar que lo único que detendría la marcha de la Nada era el fin de todo lo que antes existía. Cuando la Nada lo engullera todo, entonces pararía...

Un hombre se propuso hacerle frente a esa Nada, principalmente porque no quería ceder a los deseos de una Nada que lo anularía, si es que la Nada tiene deseos. Y digo anularía porque el término muerte no tiene aqui lugar, incluso los muertos son recordados, sino a ellos es su paso el que deja alguna huella, y la Nada no sólo borraría a ese hombre, tambien borraría cualquier rastro de que una vez existió. No quedaría nadie para recordarlo. No quedaría nadie para recordar nada. No quedaría nadie.

Cuando este hombre se encontraba justo enfrente de la Nada, y esa nada ya había acabado con todo lo que él conocía. Cuando lo único que quedaba por ser barrido era él. Justo cuando ya no le quedaba nada...

...entonces

la Nada se detuvo frente a él.

(continuará)