Nada (6ª parte y última)
...gritó.
Gritó con todas sus fuerzas. Su rabia no pudo contenerse por mas tiempo en su interior y salió disparada en un aullido horrible por su garganta. Fue cuando nadie podía oirlo ya, cuando no habia nada que le pudiera devolver el eco de sus palabras. Su grito fue tan aterrador que incluso la Nada tembló...
El hombre cayó al suelo, exhausto. Jadeando, con la cara desencajada. En el momento del grito... el hombre no parecía humano. Lo que salió por su garganta era el dolor acumulado en eras de sufrimiento y soledad, eran mares de tristezas, oceanos de dolor, cataratas de lágrimas derramadas en vano. Cuando todo eso hubo salido de su interior todo cuanto quedó fue un inmenso vacío... una inmensa Nada.
Por su rostro cruzó un viento, un susurro, que le dijo:
- Bien hecho. El circulo se ha cerrado. Ahora yo, la Nada, resido de nuevo en tu interior. Ahora no queda mas dolor dentro de ti. Tu mente esta ahora vacía de sensaciones, la rabia lo habia quemado todo. El fenix puede descansar ahora en su nido de cenizas, desde donde dormirá hasta que vuelva a oler el hedor del dolor. Entonces volverá a quemarlo todo. Él será el guardián de tus puertas, y tuya será la desición de dejar o no pasar de nuevo el dolor en tu interior. Yo soy la Nada y te he dado todo cuanto necesitabas...
Y el susurro desapareció.
Fin.
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