Desde el Desierto

Desde el Desierto son muchas cosas a la vez, un diario, un lugar donde poner ideas, donde recomendar musica, libros, películas. Y todo ello con la ambiguedad de ser personal y público a la vez.

miércoles, mayo 04, 2005

Levedad...

Cambios internos a lo largo de un día:

Comienzo del día con una sensación de incertidumbre, sin saber qué pasará hoy o mañana. Leo un mail y lo respondo por sms, el día empieza a complicarse, repaso lo que meditaba la noche anterior sobre mi forma de actuar con la persona del mail, creo que lo tengo claro. Mensaje por sms del "amigo", por supuesto lo dejo tirado sin el menor rastro de remordimiento, incluso noto indicios de leve satisfacción al joderlo un poco.
De un simple comentario surje una conversación que llena la media hora del viaje, normalmente esa media hora es... triste, hoy fue levemente agradable, no dejé de pensar en lo que medité la noche anterior, siempre me mantuve alejado de la ilusión, del recuerdo, me mantuve en mi soledad, cómo queria que fuera.
Ver las caras tristes y vacías de todos los días "laborables" me sume en un autismo voluntario, teniendo el recuerdo del lunes aun en la memoria prefiero desconectarme de la realidad y quedarme donde estaba el lunes. Durante todo mi dia "laboral" recalco la certeza de que prefiero quedarme en el lunes.
Todo lo que me sorprendió la conversación de media hora se borra cuando lo que le sigue es una hora de alejamiento voluntario por su parte, no le costaba sentarse una fila mas atrás... yo no dejé de mirar como jugueteaba con un mechón de su pelo, me odio por eso.
Al terminar la "jornada laboral" tocaba otra media hora de, en teoría, triste silencio, pero... me preguntó que tal me había ido en el largo fin de semana... hacía meses que no se molestaba en preguntar nada sobre mi vida. Que coño hago yo ahora con mis meditaciones de la noche anterior? Esta vez la media hora fue muy agradable, tanto que nos faltó tiempo para seguir hablando... y me odio por eso, porque me gustó demasiado, aun veo como sonrie... Pero como siempre suele hacerme, según se acercaba el fin de la media hora, volvió a hacerme daño, rompió una costumbre, quebrantó un rito, que yo creía sagrado... y me dolió.
Ahora, despues de todo esto mi interior esta tan lleno de sentimientos contradictorios que se anulan unos a otros, estoy vacío de emociones, y si consigo identificar alguna rápidamente es enfrentada con su contraria... estoy cansado.
Juro que queria escribir hoy sobre lo que viví el lunes, quería dejar constancia lo más rápido posible para que aun fueran sensaciones frescas... pero soy como una hoja al viento que cambia infinitas veces a lo largo del dia. Ahora no tengo ni ganas ni fuerzas,
Hace un rato, un intercambio de smss con Satine me produjeron diferentes reacciones: completa sensación de imposibilidad a la hora de explicar a alguien mis sentimientos, rabia al oir por su parte una lección de conducta sobre la rabia y los peligros que puede conllevar, y una necesidad poderosa de sentir su cercanía, una cercanía física, poder acariciar su boca cuando dice ciertas cosas, y soledad.
Y mientras tanto esos condenados fuegos artificiales no dejan de hacer temblar la casa... se que ella los esta mirando ahora.