Desde el Desierto

Desde el Desierto son muchas cosas a la vez, un diario, un lugar donde poner ideas, donde recomendar musica, libros, películas. Y todo ello con la ambiguedad de ser personal y público a la vez.

sábado, julio 23, 2005

Exxx

((antes había una foto))


Me gustaría poder acercarme a ese niño de la foto, es el niño que más quiero ahora mismo, sólo con pensar en él se me humedecen los ojos, al hacerlo pasan tantas cosas por mi cabeza que no se si la humedad de mis ojos es por alegría o por tristeza, lo que si reconozco bien es el sentimiento de cariño que me provoca. Ese niño soy yo cuando tenía 11 años. Me gustaría acercarme a él y hablar con él.

Claro que él no me reconocería, yo a él si. Él me vería como a un joven o puede que incluso como a un hombre muy mayor, no lo se. Y puede que tal vez vea algo extraño en mis ojos, una sombra común entre él y yo, un nexo que nunca se ha roto entre ambos. Pero ese niño no se si sabrá ver esas cosas en los ojos de las demás personas... aún es muy joven.

Cuando pienso, cuando recuerdo, las cosas que le han de suceder, me entran ganas de contárselas, de prepararlo para lo que ha de llegar. Son tantas cosas malas de las que me gustaría salvarlo... ojalá pudiera hacerlo... mierda, joder, maldita sea... ojalá pudiera.

Ahora mismo me siento como una eterna crisálida que en lugar de madurar hacia algo bello tiende siempre al gusano. Y siento que si pudiera vivir junto a ese niño, si pudiera ser un paracaidas para él, estar siempre cuando me necesitara, cuando no tuviera a nadie mas, cuando el mundo parezca un lugar extraño y ostil. Secar sus lágrimas, sonreirle... decirle: "venga Exxx... no pasa nada, todo saldrá bien, ya lo verás, esto no tiene importancia, ven... ven conmigo todo saldrá bien, confia en mi...", si pudiera... entonces todo quedaría perdonado en mi interior y los gritos del pasado no me harían daño... nunca más.

Recuerdo sus sueños, sus ilusiones, las cosas que le hacían vivir... (sonrio) Le encantaba correr, siempre estaba corriendo, siempre. Corría y corría, siempre muy rápido, tanto como pudiera, hasta que debía parar para descansar... (sonrío) y aún me gusta (lloro). También le gustaba subirse a los árboles, subirse hasta lo más alto, y quedarse allí, alejado del suelo, protegido del mundo, solo, siempre solo, pero nunca en soledad. Le gustaba... y aún me gusta, pero ya no siento seguridad allá arriba, eso lo perdí.

Creo que aún no se ha roto el brazo izquierdo, aún es pronto para eso... Me gustaría estar junto a él cuando eso suceda y no evitar que suceda... no, tan sólo me gustaría estar a su lado, cuando levante la vista despues de la caía y vea su pequeño brazo retorcido y roto, cuando sienta naúseas al ver todo eso y darse cuenta de lo que sucede... al oir los gritos de su hermana, mi hermana, llamando a su madre, mi madre, "maaaaa, exxx se rompió un brazo!" (me estremezco) Me gustaría acariciarle la nuca y estar junto a él, que en ese momento no lo hubieran dejado alli solo, con su brazo roto, sintiendo naúseas y vértigo. Mi tio, el que ya murió..., fue quien me sacó de allí, me cogió en brazos y me metió en un coche.

Cuando empecé a escribir esto no pensaba que fuera a doler tanto recordar... lo dejo aquí por ahora.

Estoy pensando escribirle cartas a ese niño.

1 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Prueba en el mismo instante a escribirle una carta al tipo anciano que te espera en tu futuro, y que te añorará y te envidiará las energías, el caminar, las emociones que con el tiempo se van volviendo opacas, como los ojos y su mirada.
Ahí sí puedes quedar contigo.

10:04 p. m.  

Publicar un comentario

<< Home