palabras

La palabra esperanza no tiene ya significado, creo que llegué a límites increibles de esperanza en el pasado y esa esperanza se tornó en amargura y abandono. Al principio no admitía mis esperanzas a los demás por miedo o verguenza a ser considerado un iluso, al final ni siquiera me lo admitía a mi mismo. De cara a los demás y a mi mismo (me engañaba) yo ya no tenía esperanzas, pero eran lo único que tenía para seguir viviendo. Abandoné sueños, metas, ilusiones, todo, por conseguir "eso". Y al final me quedé sin sueños, sin metas, sin ilusiones y sin esperanzas. Todo roto, todo terminado.

Tampoco creo en las promesas, al fin y al cabo son palabras y las palabras sólo tienen validez en el momento en que se dicen. Y yo vivía tambien de promesas por cumplir. Con el tiempo esas promesas se han convertido en puñales que se me clavan cada vez que las recuerdo, duelen "ahi", donde duele al recordar.

Tengo sed de amar, tengo sed de que me amen.

Quiero creer en ti...