Divagando a lo Kafka

Desde mi oscuro refugio miro el queso.
Llevo mirándo ese tentador queso desde hace bastante tiempo.
En mi refugio todo es deprimente, en él no hay queso, no hay nada, pero ahi estoy a salvo de las posibles trampas, o al menos eso creo, incluso llego a imaginar que si que tengo queso y que no necesito ese de afuera.
Desde que entendí que ese queso era para mi, y que lo habían colocaron delante de mi para mi, no he dejado de darle vueltas a la trampa que esconde detrás.
Al principio el miedo a morir en esa trampa me mantenía alerta sobre la idea de ir a por él, pero con el paso del tiempo mis ganas de comerlo han ido aumentando. Y el miedo a morir, a pesar de no mitigar, ha quedado relegado a un segundo plano.
Ahora lo único que tengo en mente es darle un gran mordisco al queso.

Ana...

Me acerqué a Otto tanto como pude, para aprender a amarlo tanto como él me amaba a mi...

Algo...

Me ha sucedido algo extraño. Miraba como Otto miraba a Ana, como Otto besaba a Ana, y mi mente me ha imaginado besándote de la misma forma, queriéndote de la misma forma. Y a sido a ti y no a ella, la vieja ella, a la que he imaginado en ese marco.

Silencio

Supongo que para ti es fácil, siendo como eres para ti la culpa de mi último arranque es mia, toda mia. Tu quedas a la espectativa, como si todo siguiera igual, pero ya nada es igual, y tal vez en estos momentos te estes dando cuenta por fin de que algo ha cambiado. A pesar de tu orgullo y autosuficiencia fingida no volveré a caer en ti, y la culpa de que todo acabara asi no es mía, es tuya malditasea. Tuya por hacer que nada sea lo que parezca, tuya por mentirme, tuya por ser mala "loquesea".

Estoy cansado de tu orgullo, de que siempre creas estar del lado correcto, de que creas que siempre actuas bien. Y una mierda. Me has jodido la vida, y en eso la culpa si que es mia, por dejarme engañar, por caer en ti una y otra vez, por creer que eras perfecta, por creer que eras ELLA.

Te odio, odio todo lo relacionado contigo. Dicen que la peor venganza es el olvido. Jugaré a eso, no quiero mas peleas absurdas con alguien como tu. El tiempo de llorar y temblar terminó, ahora soy ALGO, ni idea de que ALGO soy, pero soy un ALGO que ya no te llorará más. No te mereces mis lágrimas, te mereces mi silencio, un silencio que espero que te grite en los oidos, que te haga sentir una décima parte de lo que he pasado.

Borrón y cuenta nueva, parto de cero y por eso todo el camino es cuesta arriba ahora. No más altibajos, no mas tristezas sin la mano que me prometiste una vez. Trágate tus malditas promesas y palabras. Ya no vales nada.

Exxx

((antes había una foto))


Me gustaría poder acercarme a ese niño de la foto, es el niño que más quiero ahora mismo, sólo con pensar en él se me humedecen los ojos, al hacerlo pasan tantas cosas por mi cabeza que no se si la humedad de mis ojos es por alegría o por tristeza, lo que si reconozco bien es el sentimiento de cariño que me provoca. Ese niño soy yo cuando tenía 11 años. Me gustaría acercarme a él y hablar con él.

Claro que él no me reconocería, yo a él si. Él me vería como a un joven o puede que incluso como a un hombre muy mayor, no lo se. Y puede que tal vez vea algo extraño en mis ojos, una sombra común entre él y yo, un nexo que nunca se ha roto entre ambos. Pero ese niño no se si sabrá ver esas cosas en los ojos de las demás personas... aún es muy joven.

Cuando pienso, cuando recuerdo, las cosas que le han de suceder, me entran ganas de contárselas, de prepararlo para lo que ha de llegar. Son tantas cosas malas de las que me gustaría salvarlo... ojalá pudiera hacerlo... mierda, joder, maldita sea... ojalá pudiera.

Ahora mismo me siento como una eterna crisálida que en lugar de madurar hacia algo bello tiende siempre al gusano. Y siento que si pudiera vivir junto a ese niño, si pudiera ser un paracaidas para él, estar siempre cuando me necesitara, cuando no tuviera a nadie mas, cuando el mundo parezca un lugar extraño y ostil. Secar sus lágrimas, sonreirle... decirle: "venga Exxx... no pasa nada, todo saldrá bien, ya lo verás, esto no tiene importancia, ven... ven conmigo todo saldrá bien, confia en mi...", si pudiera... entonces todo quedaría perdonado en mi interior y los gritos del pasado no me harían daño... nunca más.

Recuerdo sus sueños, sus ilusiones, las cosas que le hacían vivir... (sonrio) Le encantaba correr, siempre estaba corriendo, siempre. Corría y corría, siempre muy rápido, tanto como pudiera, hasta que debía parar para descansar... (sonrío) y aún me gusta (lloro). También le gustaba subirse a los árboles, subirse hasta lo más alto, y quedarse allí, alejado del suelo, protegido del mundo, solo, siempre solo, pero nunca en soledad. Le gustaba... y aún me gusta, pero ya no siento seguridad allá arriba, eso lo perdí.

Creo que aún no se ha roto el brazo izquierdo, aún es pronto para eso... Me gustaría estar junto a él cuando eso suceda y no evitar que suceda... no, tan sólo me gustaría estar a su lado, cuando levante la vista despues de la caía y vea su pequeño brazo retorcido y roto, cuando sienta naúseas al ver todo eso y darse cuenta de lo que sucede... al oir los gritos de su hermana, mi hermana, llamando a su madre, mi madre, "maaaaa, exxx se rompió un brazo!" (me estremezco) Me gustaría acariciarle la nuca y estar junto a él, que en ese momento no lo hubieran dejado alli solo, con su brazo roto, sintiendo naúseas y vértigo. Mi tio, el que ya murió..., fue quien me sacó de allí, me cogió en brazos y me metió en un coche.

Cuando empecé a escribir esto no pensaba que fuera a doler tanto recordar... lo dejo aquí por ahora.

Estoy pensando escribirle cartas a ese niño.

palabras

La palabra esperanza no tiene ya significado, creo que llegué a límites increibles de esperanza en el pasado y esa esperanza se tornó en amargura y abandono. Al principio no admitía mis esperanzas a los demás por miedo o verguenza a ser considerado un iluso, al final ni siquiera me lo admitía a mi mismo. De cara a los demás y a mi mismo (me engañaba) yo ya no tenía esperanzas, pero eran lo único que tenía para seguir viviendo. Abandoné sueños, metas, ilusiones, todo, por conseguir "eso". Y al final me quedé sin sueños, sin metas, sin ilusiones y sin esperanzas. Todo roto, todo terminado.

Tampoco creo en las promesas, al fin y al cabo son palabras y las palabras sólo tienen validez en el momento en que se dicen. Y yo vivía tambien de promesas por cumplir. Con el tiempo esas promesas se han convertido en puñales que se me clavan cada vez que las recuerdo, duelen "ahi", donde duele al recordar.

Tengo sed de amar, tengo sed de que me amen.

Quiero creer en ti...

cogito ergo sum?

Cuando me miro en el espejo siempre me sorprendo al verme, no se quien es ese desconocido que me mira desde el otro lado. Me acerco y empieza a resultarme conocido, recuerdo que he estado junto a él en muchas cosas malas, muchas cosas ultimamente malas y su cara se entristece y la mia tambien... cuando miro su cara triste y sus ojos soy capaz de creer reconocerme en ese cara, es la única forma que estando en soledad puedo encontrarme a mi mismo. El resto del tiempo vivo sin tener casi consciencia de mi existencia, será que he dejado de pensar...

Anaga

Sentir el viento fresco del Alisio mientras el sol me dora la piel, respirar el aire del mar, del monte, de mi tierra, sentir con cada parte de mi toda la belleza que mi tierra ofrece..